miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tomas Tranströmer

Madrigal

Heredé un bosque oscuro al que rara vez voy. Pero llegará un día en que los muertos y los vivos cambiarán su lugar. Entonces se pondrá en movimiento el bosque. No carecemos de esperanza. Los delitos más graves siguen sin resolverse, amén de los esfuerzos de muchos policías. De la misma manera, hay en algún lugar de nuestras vidas un amor no resuelto. Heredé un bosque oscuro, pero hoy ando por otro, luminoso. Todo lo que está vivo canta, repta, se sacude y se arrastra. Es primavera. El aire está muy fuerte. Me dieron el diploma de la universidad del olvido y estoy con las manos vacías igual que una camisa colgada en una soga.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Reinaldo Arenas

Autoepitafio

Mal poeta enamorado de la luna,
No tuvo más fortuna que el espanto;
Y fue suficiente pues como no era un santo
Sabía que la vida es riesgo o abstinencia,
Que toda gran ambición es gran demencia
Y que el más sórdido horror tiene su encanto.
Vivió para vivir que es ver la muerte
Como algo cotidiano a la que apostamos
Un cuerpo espléndido o toda nuestra suerte.
Supo que lo mejor es aquello que dejamos
—precisamente porque nos marchamos—.
Todo lo cotidiano resulta aborrecible,
Sólo hay un lugar para vivir, el imposible.
Conoció la prisión, el ostracismo,
El exilio, las múltiples ofensas
Típicas de la vileza humana;
Pero siempre lo escoltó cierto estoicismo
Que le ayudó a caminar por cuerdas tensas
O a disfrutar del esplendor de la mañana.
Y cuando ya se bamboleaba surgía una ventana
Por la cual se lanzaba al infinito.
No quiso ceremonia, discurso, duelo o grito,
Ni un túmulo de arena donde reposase el esqueleto
(ni después de muerto quiso vivir quieto).
Ordenó que sus cenizas fuesen lanzadas al mar
Donde habrán de fluir constantemente.
No ha perdido la costumbre de soñar:
Espera que en sus aguas se zambulla algún adolescente.

lunes, 12 de septiembre de 2011

¿Y quién no goza entre amapolas?

Alejandra Pizarnik

Exilio


A Raúl Gustavo Aguirre

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Cuanto más me defino, menos límites tengo.

Anarquismo
Fernando Pessoa

La noche y el caos forman parte de mi.
Me remonto al silencio de las estrellas.
Soy el efecto de una causa del tiempo,
del Universo [quizás lo excedo].
Para encontrarme, debo buscarme entre las flores,
los pájaros, los campos y las ciudades,
en los actos, las palabras y los pensamientos de los hombres,
en la noche del sol y las ruinas olvidadas de mundos hoy desaparecidos.
Cuanto más crezco, menos soy.
Cuando más me encuentro, más me pierdo.
Cuanto más me pruebo, más veo que soy flor
y pájaro y estrella y universo.
Cuanto más me defino, menos límites tengo.
Lo desbordo todo.
En el fondo soy lo mismo que Dios.
Mi presencia actual contiene las edades anteriores a la vida,
los tiempos más viejos que la tierra,
los huecos del espacio antes de que el mundo fuera.

domingo, 28 de agosto de 2011

Con más miedo del ruido que del agua

XLIV
Mark Strand

Recuerdo estar parado frente a la rompiente de las olas,
con más miedo del ruido que del agua:
me tapé las orejas y corrí hacia mi madre

y esperé que me llevaran a la casa en la ciudad,
donde había silencio y no se oía el mar en los alrededores.
Y sin embargo, el mar en sí, ver cómo se extendía

hasta donde la vista alcanzaba a abarcar, me fascinaba.
Tan sólo su rugido daba miedo. Y ahora, años después;
me encantan tanto su sonido como su tamaño

y los extraño en mi exilio tierra adentro entre montañas
que en nada cambian salvo por la luz
que las tiñe, o la nieve que las vuelve lejanas

o las nubes que las elevan y las hacen parecer mucho más altas
de lo que son. Y se las representa sin que tengan nada
del misterio del mar que crea sus propios cambios.

Los encuentros con unas y otro deben forzosamente diferir;
de todos modos, si tuviera que elegir, contemplaría el mar
y me abandonaría a sus sonidos que alguna vez me dieron tanto miedo.

Pero en aquellos días qué sabía del placer de la pérdida,
del borde del abismo que se acerca con susurros
y tormentas, un enorme animal hecho de agua quebrándose en las rocas,

lanzando sus estrellas de sal, su estrépito de nubes espumosas.

jueves, 28 de abril de 2011

Blues everywhere


Well it's blues in my house, from the roof to the ground
And it's blues everywhere since my good man left town.
Blues in my mail-box 'cause I cain't get no mail,
Says blues in my bread-box 'cause my bread got stale.
Blues in muy meal-barrel and there's blues upon my shelf.
And theres blues in my bed, 'cause I'm sleepin' by myself.

The yas yas girl
Versión Rayuela Cap 106

martes, 26 de abril de 2011

In memoriam: Gonzalo Rojas

Los días van tan rápidos

Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones
una semana más, los días van tan rápidos
al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.

Vuelvo a mi origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá, voy corriendo a la materna hondura
donde termina el hueso, me voy a mi semilla,
porque está escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre gusano que soy, con mis semanas
y los meses gozosos que espero todavía.

Uno está aquí y no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado en este juego delirante,
pero el espejo cruel te lo descifra un día
y palideces y haces como que no lo crees,
como que no lo escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo allá en el fondo.

Si eres mujer te pones la máscara más bella
para engañarte, si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no hay nadie, sino tú mismo en esto:
así es que lo mejor es ver claro el peligro.

Estemos preparados. Quedémonos desnudos
con lo que somos, pero quememos, no pudramos
lo que somos. Ardamos. Respiremos
sin miedo. Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo ahora, y en la última hora.

(De Contra la muerte, 1964)